Mantecados manchegos, una delicia con historia:
Los mantecados manchegos son un dulce recubierto de azúcar con una deliciosa textura hojaldrada, típico de la repostería española. Sus orígenes hay que buscarlos en tierras andaluzas, aunque gracias a su popularidad se extendieron por toda España. En la actualidad, los mejores mantecados manchegos se encuentran en Rute (Córdoba), Valladolid, y cómo no, en Toledo.
Todo sobre los mantecados manchegos
Este dulce típico navideño es un habitual de la gastronomía de Castilla-La Mancha, donde hay diferentes variantes según los ingredientes con que se aromaticen.
Pero ¿cuál es su historia? ¿Cómo se hacen? Te invitamos a descubrir sus secretos.
Historia de los mantecados manchegos
Durante el siglo XVI, hubo en Andalucía un excedente de manteca de cerdo y de cereales. No está claro si sucedió en Estepa o en Antequera. Lo que sí es cierto, es que en el Ayuntamiento de Antequera existe un fresco que muestra cómo se hacían estos dulces.
Se considera que fue allí donde nació la primera receta. La historia también dice que en los hogares de Estepa se hacían unas tortas con manteca siguiendo la tradición de su Convento de Santa Clara.
De una forma u otra, la comercialización del mantecado se debe a los antequeranos a partir del surgimiento del ferrocarril que los llevaba hasta Madrid.
Sin embargo, su popularidad vendría de la mano de la estepeña Filomena Micaela Ruiz Téllez, quien secó los mantecados para mejorar su conservación y poder distribuirlos más lejos.
¿Cómo se hacen los mantecados?
¡Facilísimo! Sus ingredientes básicos son manteca de cerdo, harina, azúcar y vino blanco. Se pueden aromatizar con anís, ralladura de naranja o limón.
Resulta necesario para que la masa sea manejable que la manteca de cerdo esté bien fría. Después, se hornean sin dorar demasiado y ya están listos.
En Dulces Marisol encontrarás estos postres artesanales manchegos en diferentes variedades, incluso sin azúcar, convirtiéndolos en dulces saludables igual de sabrosos.
¿Te animas a degustarlos?