Rosquillas elaboradas a mano y con productos naturales
Este postre típico de nuestra zona, tan nuestro, tan de siempre… que solo con escribir de el ya lo estoy saboreando. Tiene ese sabor tan característico y a la vez es un postre que se puede moldear al gusto, con vino, con anís, con azúcar, sin azúcar, con chocolate.
En nuestro caso, como en otros, el saber hacer de este postre ha pasado de generación en generación, no por ello somos la tercera y cuarta generación que regentamos la panadería Dulces Marisol. Nuestros abuelos nos enseñaron el arte del buen dulce, del esmero en una buena masa y la paciencia y precisión del horneado para que quede exquisito y como no podía ser de otra manera usamos la receta original de ellos.
Aunque hacer rolletes es algo que se ha extendido por toda España los orígenes de esta receta son de la mancha y nos encontramos con referencias a este deleitoso postre en libros como en el de “El Habla de La Roda de la Mancha: Contribución al estudio del habla manchega” de Teudiselo Chacón Berruga de 1981.
Antiguamente se hacían en las cocinas de los hogares manchegos, donde las abuelas y las madres ponían todo su amor en ellas, los pequeños de la casa (y no tan pequeños) los esperaban. Las dos maneras de dar su característica formas son: coger la masa y estirarla hasta tener una tira que se une en los extremos o hacer una bola de masa y hacerle un agujero en el medio y luego estirándolo hacia fuera.
Nosotros al seguir la receta de forma típica conseguimos que los rolletes sean 100% caseros, deliciosos y con origen de Cuenca. Son ideales para cualquier evento, reunión familiar… y al tener tanta variedad en nuestra panadería (sin azúcar, integrales, con chocolate) seguro que tu favorito está aquí.
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